domingo, 11 de abril de 2010

Tarde en los jardines Victoria

-Piensa. Piensa. Piensa. Mierda, ¿y en qué pienso? Qué difícil...tantos pájaros en la cabeza y no atino a ninguno...
Bueno, intentaré dibujar un círculo en el suelo mientras se me ocurre algo...
Que asco. Me está quedando demasiado abierto por la derecha...En fin, no me peguéis, ¿de acuerdo? ¡No me asesinéis con la mirada! Sólo se me está llendo un poco el trazo del jodido círculo...Odio los malditos círculos.
Eh espera, no he levantado la cabeza del suelo...¿a quién hablo?
-A mí.
-Genial...ahora con público. Pensé que tocaba rato de reflexión...
-Y aún estás en él, recuerda.
-Me arde la cara, el sol me está dando de lleno...
-¿Tienes mucho calor?
-No, me arde de frío...Él suelo está frío. Yo estoy frío. Y el paisaje es frío.
-A mí me encanta, hay mucha hierba, ¿y ves las flores de allí?
-Sí, ¿y...?
-Bueno, nada...tampoco es tan especial...cambiando de tema; ¿qué haceis tus amigos y tú?
-No sé, pensaba que tocaba hacernos el interesante...estar callados, apuñalarnos los unos a los otros con miradas gélidas y con pensamientos como: "Já, si supiese lo mal que le quedan esas zapatillas..."
-Pero...solo estás callado tú.
-¿Ah, sí?
-Claro. ¿No los oyes? Están ahí sentados en las escaleras de piedra. Creo que están contando chistes.
-Ah sí, los oigo lejos.
-Están a 2 metros...
-Vaya. Creí que me había quedado solo. Hacía rato que no oía. No veía. No sentía el sol. De hecho ahora me acabo de fijar de lo rubio que tengo el pelo de las piernas.
-Jaja
-Oye, ¿y yo no estoy en la escalera con ellos?
-No, tu estás sentado, pero no con ellos. Estás apoyado a la sombra del panteón.
-Ya veo. Bonito lugar para ser enterrado, ¿no? ¿Crees que dentro de mucho tiempo...tanto tiempo que tal vez no recuerde lo que debería de recordar, volveré aquí y rememoraré esta visión como la veo ahora?
-La respuesta es incierta...
-Quizás. Tal vez venga y no haya cambiado nada. Tal vez no pueda llegar hasta aquí porque todo sean ruinas. O tal vez, tan sólo con llegar aquí, a este panteón, las lágrimas rajen mi piel. Una piel arrugada. Una piel que habrá vivido páginas y páginas de un libro de historia. Un libro que estará tocando a su fin.
-A lo mejor mueres antes de que llegue ese día.
-No creo.
-¿Y a qué se debe ese impulso de fe?
-A que el círculo que dibujaba en el suelo me acaba de salir bien.

1 comentario:

  1. eeeeste es mi preferiiiiido !
    mas que nada porque lo escribistes en mi cumpleaños jajajajaja :D ! sigue así pablo ! que dentro de poco vas a por el nobel de literatura :D

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